Hoy me he levantado
prontito y, como ayer compré un trozo de lomo de cerdo de la parte de dos
colores, que es la más tierna, se me ha ocurrido hacerlo a las finas hierbas.
Los ingredientes, a
parte el lomo, son: perejil, albahaca, ajos, huevos, queso de Parma, jamón
dulce, vino blanco, romero, laurel, sal y pimienta.
Trituro un huevo, un
puñado de albahaca y uno de perejil, dos puñados de parmesano rallado, un ajo
pequeño pelado, sal y pimienta, y hago una tortilla muy planita. No le doy la
vuelta para que no se rompa, la tapo y dejo que se haga a fuego lento.
Ahora abro el lomo como
si fuera a hacer un brazo de gitano. Te lo puede hacer la carnicera, pero me
divierte hacerlo.
Una vez abierto lo
salpimiento, le coloco las lonchas de jamón dulce y encima la tortilla. Lo
enrollo y lo ato.
En una sartén un poco
honda con aceite, un ajo partido por la mitad, un poco de romero y laurel,
sofrío la carne dándole vueltas hasta que esté doradita por fuera. He tardado
unos quince minutos.
Le echo un trozo de
mantequilla para que la salsa sea más suave y, cuando empieza a sofreír, le
añado un buen vaso de vino blanco.
Lo tapo y lo dejo cocer
a fuego lento dándole la vuelta cada diez minutos. En total, como es muy
pequeño tendrá que estar unos 45 minutos.
¡Ay, ay, ay!
Estaba en el ordenador
hablando por Skype con DOVEL y…se me olvidó el rustido.
¡Córcholis! Por poco se
quema. Le añado más vino para aumentar la salsa, se había quedado casi seco. Lo
dejo diez minutos más y lo apago. Espero que no sepa a churrascado…jajaja.
Es hora de comer. Corto
las dos puntas y las trituro con la salsa.
¡Perfecta!
Menos mal que lo he
podido arreglar. A veces, si queda poca salsa, le añado nata líquida, sal y pimienta al triturarla.
Como estoy sola, me he puesto unos trocitos con la salsa en un plato. Tras hacerles la foto me los he comido. Muy tiernos y sabrosos.
El resto lo congelaré cortado con la salsa encima para que se lo lleve mi hijo. Este sí es un plato de los que le gustan, claro. ¡Es tan especial!