Ayer fui a casa de mi
madre y me traje un cestito de verduras.
Esta mañana, después de pasear a Bebé
(el perro que mi hijo me ha prestado, ver las historias en el blog de los
gatos) se me ha ocurrido hacer una “Samfaina”.
Siempre he pensado que
la palabra “Samfaina” provenía de juntar “sin” y “faena”, pues no. Según he
visto en Internet significa sinfonía, no sé yo si creérmelo pues es muy
sencilla de hacer y da poco trabajo.
Usaré la cebolla, el
calabacín, la berenjena, los tomates y el pimiento verde, que tendría que ser
rojo, pero que no tengo.
Me olvidé de coger los
ajos, que también los ha plantado, y solo me queda esta birria de diente, pero
lo usaré de todas formas.
Lavo y corto todos los
ingredientes a cuadraditos pequeños menos el ajo por si lo quiero quitar más
tarde. Pongo un poco de aceite
y el ajo, añado la cebolla y el pimiento, lo sofrío un poco y agrego el calabacín
y la berenjena.
Cuando está todo
sofritito le pongo el tomate y lo dejo cocer tapado hasta que esté todo cocido,
calculo una media hora como mucho. He buscado el ajo para
quitarlo, pero no lo encuentro, debe de haberse deshecho, espero que no se me repita.
La emplato y le hago la foto.
La guardo en la nevera porque son las diez y media de la mañana y, la verdad es que no me apetece en absoluto desayunar Samfaina aunque me haya levantado a las siete.
Prefiero un café y un croissant.
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