Hoy es domingo y no me
complicaré el día, haré una verdura muy sencilla pero muy apetitosa para
los amantes del queso.
Como no tengo que
pelarlos uno a uno y, solo con cortar la parte dura del tronco y lavarlos, ya
es suficiente, suelo usar más los espárragos verdes que los blancos.
Echo los espárragos en el
agua hirviendo salada, controlando el tiempo para que no queden demasiado
blandos, de 5 a ocho minutos según el tamaño.
Mientras, en un cazo
deshago la mantequilla.
Los escurro y los pongo
en la fuente. Los espolvoreo con el queso, una pizca de pimienta y la
mantequilla derretida por encima.
El colmo ya es ponerles
por encima un “uovo al paletto”, o sea un huevo sofrito suavemente con
mantequilla, pero me portaré bien y los acompañaré de una pechuga de pollo a la
plancha.
¡Qué concienzuda soy!
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