Se acaba el verano y ya
podré empezar a guisar platos contundentes sin esperar a que haga un día
lluvioso y gris.
Pero ayer todavía había sol
y qué mejor que una ensalada diferente.
Con la judía tierna que
recogí de la huerta, los huevos frescos, un tomate corazón de buey y una lata
de ventresca de atún, me preparé una ensalada-plato-único.
Sin ensuciar casi nada.
Limpio y tiro las judías verdes
en una olla de agua hirviendo con sal. Las dejo cocer unos cuatro o cinco
minutos, son tan pequeñas y frescas que no necesitan más.
Las escurro y cuando
estén frías las pongo en una fuente, les añado el tomate cortado y el huevo
duro.
En un plato a parte pongo el atún rodeado de ensalada para hacerle la
foto. Pero para comerlo, lo arrejunto tó y lo condimento a mi gusto.
De postre un yogur.
¡Hay
que ser buena!
1 comentario:
¿Qué le haces a las fotos que todos los platos se ven tan apetitosos???????? Venga, cuenta, que eso tiene truco.
Jajajaja
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