lunes, 17 de febrero de 2014

COLUMPIÁNDOME EN EL CAMPO


Llevo varios días sin escribir porque estoy pasando una temporada en casa de mi madre que vive en el campo.
A parte el hecho de que siempre quiere guisar ella, de que no se espera a que haga las fotos antes, durante y después del plato, la ADSL que tenemos aquí es Keniata y, al ver que tardaba un montón en publicar, he estado columpiándome en el blog.

Esta mañana he visto unas estúpidas peras y unas insípidas ciruelas, dos frutas que detesto, pero hay que aprovecharlas.
Para una tarta desordenada son frutas demasiado aguosas, por lo tanto haré frutas hervidas, sin añadir azúcar que eso engorda.





Lavo, pelo y corto a trocitos las dos peras y las seis ciruelas que tengo.

Pongo la fruta en una olla con medio vaso de agua y la dejo hervir a fuego suave durante una horita removiendo de vez en cuando para que no se pegue, hasta que esté tierna.

Una vez cocida, si veo que queda demasiado aguosa, le subo el fuego y, siempre removiendo, dejo que se espese un poco.





Ya está.
Espero que se enfríe y la pruebo.
Sigue sin gustarme y seguramente no me la comeré, pero para desatascar las tuberías humanas, va de maravilla y a lo mejor se la comerán mis padres. 

miércoles, 5 de febrero de 2014

¡SERÁ PUÑETERO!


Hoy no tenía ganas de complicarme el día y he comprado unas sepias limpias para hacer como plato único.
O sea que hoy hay sepias con patatas.

Necesitaré los 400gr de sepia limpia, 400gr de patatas, un buen manojo de perejil, aceite, ajo, cebolla, vino blanco, sal y pimienta.


Lo primero trasparento la cebolla y el ajo en una sartén honda. Luego le añado la sepia y dejo que se haga un poco. 

Como siempre, y aunque no tengo ni idea de porqué, al cocer la sepia suelta agua, por lo tanto la voy a quitar y la guardaré por si después la necesito.

Le tiro un chorro de vino blanco y dejo que se evapore.


Ahora le pongo las patatas y un poco de perejil picado. Remuevo y añado el jugo que le he quitado antes, otro puñado de perejil y lo cubro con agua.

Lo dejo cocer unos veinte minutos, hasta que la sepia esté tierna y la salsa se espese un poco. Lo corrijo de sal si hace falta y le echo otro puñado de perejil picado, lo remuevo y lo dejo reposar unos minutos.


Acaba de llegar mi hijo y cuando lo ha visto me ha dicho que a él los guisos así no le gustan.
La sepia le gusta a la plancha, no estofada.

¡Será puñetero!!!

Pues ya se puede ir a comer a casa de su vecino, porque no se la voy a dejar ni siquiera probar.

¡Faltaría plus!!!

lunes, 3 de febrero de 2014

TENGUI


Como ya “tengui” el caldo sencillo de pescado, voy a hacer un risotto ai frutti di mare.

Necesito almejas 300gr, gambas 300gr, mejillones de roca 300gr y un calamar de 150gr, unos dientes de ajo, guindillas, vino blanco, una zanahoria, una ramita de apio, cebolla, aceite, perejil, caldo de pescado, arroz, sal y pimienta.


En una sartén honda sofrío, con tres o cuatro cucharadas de aceite de oliva, los ajos y las guindillas. Luego le añado la zanahoria y el apio picados. Los rehogo un poco y echo el calamar cortadao, remuevo y  tiro un chorrito de vino. 

Dejo que se evapore y añado uno o dos cazos de caldo. Cuando ha cocido un poco y el calamar ya está tierno, echo las gambas peladas dejando dos enteras que servirán para decorar, y el perejil. Dejo que se hagan, lo apago y reservo.

Mientras, a parte, he dejado que las almejas y los mejillones se abran al vapor. He guardado el agua que han soltado y los he limpiado dejando algunos mejillones y almejas con cáscara.

Ahora que lo tengo todo listo y mi hijo está a punto de llegar, empiezo con el risotto.







En la cacerola trasparento la cebolla con tres cucharadas de aceite, le añado los 180gr de arroz Carnaroli, remuevo y, cuando está translúcido le echo un buen chorro de vino blanco. En cuanto ha evaporado le añado el agua filtrada de los mejillones y las almejas, el sofrito con el calamar y las gambas que había reservado y un cazo de caldo de pescado. Le pongo también los mejillones y las almejas limpias y voy cociendo el arroz como siempre. O sea, añadiendo cucharones de caldo a medida que se van consumiendo hasta llegar al final del tiempo de cocción, vigilando que no quede demasiado seco.

Ahora lo apago y lo dejo reposar un minuto. Lo coloco en la fuente y lo decoro con las gambas, las almejas y los mejillones que había dejado aparte.