Hoy voy a copiar un
aperitivo-acompañamiento-aderezo que nos hizo el cuñado de mi vecino-amigo otro
día que fuimos a comer a su casa.

Las guardas
otro día en la nevera y las tienes listas para servirlas escurridas cuando
quieras. Están estupendas como aperitivo, en las ensaladas o como
acompañamiento.
Reconozco que no las he chafado, las he cortado con el
cuchillo.
No tengo la fuerza suficiente para hacerlo y, seguramente, esa ha sido la diferencia.
Al
chafarlas se rompen y el aderezo penetra en las grietas.
La próxima vez que las
haga les daré con un mazo.
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