sábado, 30 de noviembre de 2013

¡ADORABLES PLANTITAS!


Son un amor, siguen produciendo judías verdes.
Poquitas, pero suficiente para una persona, o sea yo mismamente. Hoy me las voy a preparar sin casi trabajar. Vamos, como siempre.


Con 70gr de tagliolini de huevo, 120gr de judías, media cebolla, 200gr de tomate congelado, mantequilla, aceite, y perejil  me voy a hacer un plato de pasta para chuparse los dedos.

Rehogo las judías y la cebolla con un poco de mantequilla y aceite. 
Cuando está transparente la cebolla, le añado el tomate, sal y pimienta.

Remuevo y le pongo una pizca de vino blanco.

Lo tapo y lo dejo cocer a fuego lento unos 20 minutos. 

Lo apago, le echo el perejil y lo reservo. 

Ahora hiervo la pasta un minutito menos de lo que pone, en este caso 5 en vez de 6.


Escurro los tallarines y los añado a la salsa. Los rehogo un poco para que cojan más sabor y los emplato.

Como para hacerles la foto los he puesto en un plato llano en vez de hondo, me voy corriendo a comerlos antes de que se enfríen.

jueves, 28 de noviembre de 2013

UNA TIENDA NUEVA


No hace mucho enfrente de mi casa abrieron una tienda de frutas y verduras.
A parte de tener todo muy fresco, venden unas bandejitas con verdura fresca y limpia.
¡Qué maravilla!

Ayer compré unos corazones de alcachofas ahorrándome así el que se me pongan las manos negras al limpiarlas.
Las compré porque estaban listas, pero ahora tengo que guisarlas.
Como tengo un rollo de pasta brisa, antes de que caduque, voy a hacer una quiche de alcachofas.
Necesito las alcachofas, la pasta brisa, media cebolla, sal, pimienta, mantequilla, huevos y los ingredientes para la bechamel.

Corto la cebolla y las alcachofas y las sofrío con un poco de mantequilla. Cuando han cogido color les añado un poco de agua para acaben de cocer y las reservo.


Hago poquita bechamel, como describo en el post Grumitos pal cola-cao.

En un bol mezclo el huevo, solo he usado uno porque hay poca verdura, con la bechamel y le añado las alcachofas.

Forro con pasta brisa un molde de quiche, enmantequillado y enharinado. Le recorto la pasta sobrante y, para no tirarla, la corto a tiras y así las pondré por encima como decoración.

Relleno el molde con la mezcla de alcachofas, le coloco las tiras de masa cruzadas, doblo los bordes hacia dentro y lo pincelo con huevo batido.

Lo introduzco en el horno a 180° durante más o menos media hora.
Cuando la veo dorada por encima la saco.

He cortado un trozo para probarla y estaba tan buena que, pasito a pasito y aunque es muy pronto, me he comido la mitad.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

¡QUIETO LEÓN!


En casa llegan todos como leones, muertos de hambre, y tengo que sacar la silla y el látigo para que no entren en la cocina.
Para entretener a mi hijo, que ha vuelto de NY, voy a hacer un aperitivo caliente.
No es bien, bien, un aperitivo, es un entrante y, si lleva varias capas, es un primer plato contundente, pero para que mi muchacho no atraque la nevera se lo voy a servir antes de llamarlo a la mesa.

El otro día a mi madre hizo polenta (puré hecho con harina de maíz) con su máquina eléctrica maravillosa, la que no tiene que darle vueltas una hora y media como se hacía antiguamente. 
Le sobró un buen Tupper y, como no, me lo llevé pues me encanta.

Necesito solo la polenta cocida fría, mantequilla, parmesano rallado y un trozo de Fontina.
La Fontina es un queso de vaca típico de los Alpes, con un sabor bastante fuerte y que podréis encontrar en tiendas de especialidades italianas o queserías especializadas.

Corto la polenta a lonchas y las del queso más finas.








En una fuente enmantequillada dispongo los trozos de polenta, luego el queso.
Espolvoreo de parmesano rallado y le pongo trocitos de mantequilla por encima.
Lo introduzco en el horno a 200° hasta que quede tostadito.


Normalmente lo pongo directamente en la mesa, pero hoy lo he colocado en una fuente para hacerle la foto. Menos mal que ya está aquí, porque al cambiarlo de plato se enfría enseguida.
¡Córcholis! Ya se lo ha comido y se ha sentado a la mesa esperando el primer plato.
Me voy pitando a servir el resto antes de que me muerda.


martes, 26 de noviembre de 2013

¡A TRABAJAR!


Hoy ha venido mi hermana a cenar. Ha llegado pronto y me ha dicho que tenía ganas de una sopita.

Cada vez que va al restaurante se pone ciega de comida, y entonces cuando viene a mi casa siempre quiere hacer régimen. Pues bien. Le ha tocado trabajar. Cortar verdura pequeñita.


Con una zanahoria, un calabacín, media cebolla, un trozo de calabaza, un puñado de espinacas, un puerro, una ramita de apio, dos tomates de colgar, aceite, sal, una hoja de laurel, un chorrito de vino blanco y agua, vamos a hacer una sopa juliana a mi manera.









No he sido mala, la he ayudado y entre las dos hemos cortado todo muy pequeñito.
Ahora me toca a mi ponerme en los fogones.

En una olla alta pongo tres cucharadas de aceite, la hoja de laurel y la cebolla picada. Lo rehogo y al cabo de un minutito le agrego los tomates. Remuevo y dejo que cueza unos dos minutos.

Le añado las verduras y las cubro de agua. Pongo la sal y un poco de vino blanco. Tapo y dejo cocer a fuego suave durante media hora.

Ya tiene su sopita light caliente de verduras. Mañana ya puede volver a ponerse morada comiendo.


viernes, 22 de noviembre de 2013

TÓ PÁ MI SOLITA


Ayer a mi madre le sobró un lenguado a filetes que, como dice Pilar, todavía movía la cola.
Como es más maniática que yo, afirma que el pescado hay que comerlo el día que se compra y, aunque era recién comprado, dijo que lo iba a congelar.

A ver eso, en mi humilde opinión, es una barbarie. Se puede comer al día siguiente y no pierde sabor, pero si lo congelas, sobre todo el lenguado, luego queda más seco.

Hoy, como no va a venir nadie a comer me lo voy a agenciar yo solita a la menier pero Light.

Solo necesito lenguado, mantequilla, harina, sal y pimienta.



















Lo paso por harina, un poco de sal y lo sofrío suavemente dos minutos por cada lado con muy “poca” mantequilla.
Y digo poca, porque así es más ligero.

Si no hay salsa, no hay pan “mojao”.

jueves, 21 de noviembre de 2013

EDISON, LO MÁS PLUS


Ayer me llamó una amiga y de golpe se me ocurrió invitarla a cenar.
Todo perfecto, de primero una pasta al pesto, de segundo unos scaloppine a la romana acompañados de acelgas con salsa holandesa, pero… no tenía nada de postre.
¡Se me enciende una bombilla!
Gracias Thomas Alva Edison por inventarla, no sé que haría sin ella.

Tengo una caja de barquillos, neulas en Catalunya, que compré en un día de esos llamados “antojo-day”. 
Un spray de nata por si viene mi hijo y la quiere con los fresones. 
Cacao puro y café en polvo, siempre hay en la despensa.

Y aquí está el postre.

Esprayada de nata, espolvoreada de café molido y cacao, otra esprayada de nata para darle dos colores y un par de barquillos clavados.













Parece un postre de Disney.
Jajaja, he escrito "designer" y el corrector ha puesto "Disney".

También vale…jajaja.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

¡A BEBER AGUA!


Ayer vino a comer una amiga y, como había decidido hacer un fricandó para el blog, le tocó comérselo.
No tenía ni idea si le gustaba o no, pero eso es lo que hay.

Necesito filetes bien tiernos de ternera, limpios de los rebordes de nervio y grasa y con formas redondeadas. 
He comprado tajo redondo de ternera. Digamos que 400 gramos para dos personas está bien. 

También necesitaré una bolsita de moixarnons secos, un tomate de colgar, media cebolla, harina, vino tinto, laurel sal y pimienta.


Los enharino y los frío vuelta y vuelta en una sartén con el aceite muy caliente. Los reservo.


En la misma sartén, con el aceite de freír la carne sofrío la cebolla hasta que esté cocida; añado un tomate rallado y echo un poco de vino.

Lo dejo unos minutos, lo pongo en un bol y lo trituro. 

Lo vuelvo a poner en la cazuela y le añado una cucharadita de harina y más agua. Lo llevo a ebullición y añado la carne. 

Bajo el fuego e incorporo las setas y cubro con más agua.

Le pongo sal y pimienta y lo dejo cocer tapado otros 45/60 minutos moviéndolo de vez en cuando para que no se pegue.

Cuando llegó mi amiga nos pusimos a charlar.
Me olvidé del fricandó. Corriendo le apagué el fuego. Pero, ay de mí, se había pegado un poco en el centro. Sin rascar la parte pegada de la sartén, saqué los trozos de carne de los lados y le puse por encima la salsa que no se había pegado. Lo probé. Un pelín fuerte de gusto (¿salado?). 

Ya se sabe, en la cocina no hay que distraerse.

Mi amiga, que es extremadamente educada, ha dicho que estaba un poco más sabroso de como suelo guisar, pero buenísimo.

¿Entre cotilleo y cotilleo, le habré echado sal dos veces?

Vamos, que nos pasaremos la noche bebiendo agua.

martes, 19 de noviembre de 2013

MIRA, POR FAVOR


Niño de mi alma y de mi corazón.
De una vez por todas…

¡ABRE EL BLOG, LEEE Y SIGUE LOS PASOS!!!

Hartita estoy de que me digas que la sopita rápida de arroz que te hago no se parece en nada a la especie de masa para pegar carteles que haces tu.
Aunque los asiduos a mis recetas se rían, aquí va el paso a paso.
 
Necesitas: agua, cacito de caldo, arroz y mantequilla (opcional).












En una olla pones tres tazas y media de agua. Las tazas de café con leche que tienes tú. Las blancas y rojas, las que pone cappuccino.
Le tiras el cacito de caldo concentrado.
Enciendes el fuego y esperas a que hierva.
Si usas el tetra brik de caldo Aneto de un litro, pon solo la mitad y añádele una taza de agua. Si es de medio litro ponlo todo y sigue añadiendo una taza de agua.  
Cuando empieza a hervir le echas media taza de arroz, de las mismas, claro.
Lo dejas cocer a fuego alegre, pero no demasiado, unos 18 minutos.

Porfi, pon la alarma del móvil, que yo sé que te enganchas con el trabajo.

Lo apagas y lo sacas del fuego.

Le echas un trocito de mantequilla para darle suavidad y de paso para que deje de hervir.

Ya está.

¿A qué no es tan difícil?



sábado, 16 de noviembre de 2013

NO SE HABÍAN ACABADO


El domingo pasado se me ocurrió ir a ver la huerta de mi madre. Ella me había dicho que ya no regaba porque no había nada para recoger, pero por darme un paseo, fui igualmente.
Cual fue mi sorpresa al ver que unas pobres plantas, que estaban más secas que un bacalao, tenían un montón de judías verdes colgando.
La verdad es que no eran las pequeñitas que recogimos todo el verano. Mejor dicho, eran bastante gordas. Me dieron pena y, tras recogerlas, las regué. No iba a dejarlas morir de sed.

El caso es que las tenía en la nevera y no sabía como guisarlas. Urgentemente llamé a mi madre para ver si me daba una idea, y me la dio.

Haz un “polpettone ligure”.

Y así lo hice.

Para dos necesito, más o menos, 250gr de patatas, 125 de judías verdes, un huevo, pan rallado, queso parmesano rallado, nuez moscada, perejil, mantequilla, sal y pimienta.


Lo primero pongo las patatas a hervir en agua fría. Tendría que hervirlas con piel, pero tardan más.

Mientras tiro las judías en agua hirviendo con sal y las hago unos 12 minutos pues a pesar de ser grandes, son muy tiernas.

Cuando está todo cocido lo escurro y espero que no queme demasiado. Las patatas las paso por un chafa-patatas y las judías las corto muy pequeñitas.

A las patatas les añado el huevo, un puñado de queso rallado, la mantequilla derretida y la nuez moscada. Remuevo y le pongo las judías y el perejil. 


Mezclo bien y cuando está amalgamado relleno una fuente de horno forrada de papel.
Le espolvoreo pan rallado y le pongo unos trocitos de mantequilla.


Solo me queda ponerlo en el horno a 180/200 durante unos 25/30 minutos, o sea cuando vea que está doradito y crujiente por encima.


Tenía que haberlo puesto en un molde pastelero embadurnado con mantequilla y pan rallado, como si fuera una tarta. 

Como se ve en la foto, no he podido desformarlo, se cuarteaba, y he tenido que recortar el papel para ponerlo en la fuente.

Un poco feo, pero delicioso.