martes, 30 de julio de 2013
PERDÓN, PERDÓN. NO HE SIDO YO
Pido perdón a mis lectores por no escribir más recetas.
No ha pasado nada raro.
Sencillamente el ordenador se ha ido de vacaciones y mañana me dirán cuando vuelve.
Agradezco vuestra atención y en cuanto el muy bandarra vuelva a casa, me pondré con las manos en la masa, en el móvil y en el ordenata.
Felices vacaciones a tod@s y muchas gracias al vecino por dejarme escribir este comunicado.
miércoles, 24 de julio de 2013
…Y DALE…
En la nevera no tengo más
que calabacines del huerto de mi madre, estamos en plena época “calabacinera” y
no se acaban nunca.
Como Moi dice que no
vale la pena trabajar tanto por unos calabacines, voy a hacer una receta más
sencilla, a ver si le gusta.
Media cebolla, un tomate
pelado, una ramita de apio, unas hojas de albahaca y un calabacín.
Lo dejo hervir una media
hora, lo corrijo de sal si hace falta y lo dejo enfriar un poco.
Lo trituro con una o dos
hojitas de albahaca y un chorro de aceite virgen.
Si hace falta se añade un poco más del caldo de la olla, hasta que resulte bien cremoso y se deja enfriar en la nevera.
Moi, no te quejes que esto está chupao.
lunes, 22 de julio de 2013
TEMBLOROSO SEGUNDO
Sigue haciendo calor, y
en la cocina más aún. En vista de que el hijo que más viene a comer se ha ido
de vacaciones, me voy a preparar algo fresquito y que me dure unos días para no
tener que guisar tanto.
Tengo un resto de pollo
rustido que compré ayer y lo voy a utilizar para ponerlo en gelatina, o sea un
segundo plato tembloroso.
Entre la nevera y la despensa, hay de todo: pollo, gelatina,
Marsala seco (se puede usar también Oporto seco), soja, vinagre, laurel,
pepinillos encurtidos, sal y pimienta.
En un cazo pongo medio
litro de agua con la hoja de laurel, dos cucharadas de soja, dos de vinagre,
una de vino, unos granos de pimienta y la sal.
Lo dejo cocer un poco
mientras pongo la gelatina en remojo en agua fría, siguiendo las instrucciones
del fabricante.
Cuando está a mi gusto
lo cuelo y dejo una capa de un dedo en el fondo de un recipiente.
Para ir más rápida lo he
puesto en el congelador a endurecer. Entre tanto le quito la piel al pollo,
descarto los trozos más secos y lo corto a trozos.
Cuando la gelatina está
suficientemente dura coloco los trozos de pollo y los pepinillos, también le he
puesto dos cebollitas que he encontrado en el tarro.
Lo cubro todo con el
resto de gelatina y lo pongo en la nevera para la noche.
Mi madre lo hace más bonito y con más gracia.
Corta los pepinillos en rodajas y los coloca haciendo dibujos, el pollo lo corta a tiritas.
Incluso, en otro recipiente, guarda una capa de gelatina que luego corta a cuadraditos y la pone por encima como decoración.
Pero como es solo para mi, voy por la vía rápida.
Esta noche lo he sacado
para cenar, y me lo he comido casi todo delante de la tele.
Es que así,
fresquito, entra que da gusto.
viernes, 19 de julio de 2013
UVE
¿Os acordáis de la serie
de televisión V, que eran unos extraterrestres estilo serpiente?
Pues no tiene nada que
ver.
Es sencillamente la
inicial de vegano, ya que esta receta no lleva ningún alimento de origen animal.
También sirve para los
vegetarianos.
Saco del congelador una
bolsa de tomate congelado de mi madre para que no esté tan dura.
En la picadora trituro una
zanahoria, una cebolla y una ramita de apio.
En la sartén honda antiadherente pongo aceite, romero y laurel. Lo sofrío procurando que no se
queme.
Luego le añado el calabacín, también triturado, y dejo que se haga un poco.
Lo añado más tarde porque el calabacín se cuece más rápido y si no quedaría
demasiado deshecho.
¡Me olvidaba! Siempre voy
probando y salpimentando a mi gusto.
Cuando está un poco dorado
le pongo el
tomate congelado.
Como todavía no está
descongelado del todo se me ha ocurrido clavarle un cuchillo para romperlo,
esto va muy bien para partir el tomate y para rayar la sartén. Intentar no
hacerlo, es un consejo tonto.
Cuando empieza a hervir le
bajo el fuego, lo tapo y lo dejo una media horita, revolviendo de vez en
cuando.
Fíjate que cuando sofrío
lo hago directamente sobre el fuego, pero cuando cuezo le pongo el difusor de
calor. Esto evita que se pegue al fondo.
Ya tenéis la salsa lista
para hacer una lasaña, poner encima de un plato de pasta o de arroz o para
cualquier uso que nos venga en gana.
Hoy voy a hacer unos lacitos de pasta y así acabo el paquete que estaba abierto.
lunes, 15 de julio de 2013
¡UFFF…QUÉ CALOR!
¡Ya lo sé!
Con unas cinco o seis ramitas
de apio, media cebolla, medio puerro y medio tomate voy a hacerme una crema
muy refrescante.
Lavo y corto las
verduras. El apio, muy pequeño para que no queden hebras.
Rehogo la cebolla con un
poco de aceite, le añado las verduras cortadas y las cubro con agua.
Lo dejo enfriar, lo
trituro con un chorrito de aceite virgen y lo pongo en la nevera.
Para esta noche ya tengo
algo muy fresquito.
Podía haberlo puesto en
la batidora y me hubiese quedado más fino y aterciopelado, pero no tenía ganas
de lavarla.
Ya sabéis que, como Moi, adoro el
mínimo esfuerzo.
Seguro que a ella le encanta esta receta.
viernes, 12 de julio de 2013
POSTRE FUTBOLERO
Sin querer ofender a
nadie, voy a hacer unos dulces en honor a los jugadores del Real Madrid: los
merengues.
Pero mis merengues no
son blandos y crudos por dentro como algunos que compraba, tienen que ser
crujientes y ligerísimos, perfectamente cocidos también por dentro.
100gr de clara de huevo
200gr de azúcar glacé
vainillado
un pellizquito de sal
unas gotas de limón
Como se ve en las fotos,
he calculado para hacer solo una clara, no sabía si en este horno me saldrían
bien. Y en cuanto al azúcar glass o glacé para repostería, lo hago triturando
el normal en el 123.
Lo primero es encender
el horno a 80°
o 100°.
Luego en un bol montamos las claras, cuando están durísimas se le añade
el azúcar y se vuelve a batir. Luego se le ponen unas gotas de limón para que
queden brillantes y se les quite un poco el sabor de huevo.
Se pone la masa en una manga pastelera y se hacen montañitas pequeñas,
iguales y separadas encima del papel para horno.
¡A buenas horas mangas verdes!
No tengo manga pastelera y no pienso comprarla, lo voy a hacer con una cuchara.
Los introduzco en el horno. Al cabo de una hora lo he abierto y he comprobado que ya estaban
duros, por lo tanto voy abriendo el horno de vez en cuando para sacar la humedad
y así no se reblandezcan.
Han pasado las dos horas. Apago el horno pero los dejo dentro, con la
puerta ligeramente abierta para que sigan secándose.
Han quedado maravillosos, blancos, brillantes y duros pero friables.
Como para mi eran demasiado dulces, me
quise hacer un bocadillo de merengues con nata montada sin azúcar, ya que el contraste es increíble.
Todo mi gozo en un pozo. Me salió mantequilla como lo demuestra la receta anterior.
P.D.: Nata y merengues es la base de un típico dulce italiano: la
Meringata. Pero esa es otra historia.
miércoles, 10 de julio de 2013
ASÍ NO… ¿O SI?
Como hoy iba de
sabidilla, me merezco lo que me ha pasado.
Quería explicar un truco
que hace mi madre para que la nata monte y se quede bien dura, pero no me
apetecía llamarla.
Vale, hasta aquí
perfecto.
Cojo la batidora con las
varillas y le doy caña.
La nata empieza a subir,
pero de golpe se endurece y se transforma en una especie de requesón amarillento.
Vaya m… he hecho.
¡Mamá, mamá… SOS!
Salvada por la mami.
No hay mal que por bien
no venga, ahora tengo mantequilla recién hecha para untar en las tostadas del
desayuno.
domingo, 7 de julio de 2013
CHUP CHUP
En vista de que estamos
en casi pleno verano y hace un calor de mil narices, en honor a Gertrudica voy
a hacer un fantástico estofado de rabo.
Necesitaré un quilo de
rabo, por supuesto, una zanahoria, una ramita de apio, media cebolla, medio puerro,
romero, laurel, tomillo, ajo, pimienta y bayas de enebro.
Uy, me olvidaba del vino
tinto, usaré la botella entera. Que sea bueno, de Rioja o Ribera del
Duero, con cuerpo, vamos de los que te colocan con media copa.
La otra vez que
hice este plato utilicé un magnum de Remelluri que, por desgracia al abrirlo,
sabía directamente a corcho, imbebible pero muy muy cocinable.
Pelo y corto las
verduras y las pongo, la noche anterior, en adobo de vino con el rabo, las
especias, las hierbas y un poco de sal.
Al día siguiente,
calculando que tardará tres horas en quedar perfecto, empiezo a cocinar a las
11, así a las dos o dos y media estará listo para la mesa.
Lo saco de la nevera y
lo cuelo todo. En una cazuela baja con aceite sofrío el rabo previamente
enharinado, le añado las verduras y las sofrío un poco.
Le echo el vino que cubra todo. Salpimiento y dejo cocer al chup chup durante unas tres
horas, controlando de vez en cuando que no se pegue o se quede seco.
Cuando la carne está
tierna y se desengancha del hueso lo apago.
Aparto los trozos de rabo
y trituro la salsa con las verduras.
Habría que pasarla por un chino, pero como
no tengo ni siquiera un japonés, la dejo tal cual y punto.
Lo pongo en la fuente y
le echo la salsa por encima. Le hago la foto para el
blog.
¡Ufff, menos mal que esta
vez me he acordado de hacerla antes de comerlo!
Pues va a ser que no. Me
ha llamado mi hermana que me invita al restaurante. ¡Allá voyyy!
Apa, rabo al Tupper que mañana
estará más bueno y se lo llevaré a mi madre que le encanta.
Hasta mañana.viernes, 5 de julio de 2013
EL MITO DE POPEYE
Popeye consumía
una lata de espinacas que le daba una fuerza sobrenatural, y a los niños había
que obligarles a comérselas pues
decían que eran muy ricas en hierro.
Tras martirizar a
los más pequeños durante años (yo no lo hice nunca con mis vástagos porque
tampoco me gustaban), se dieron cuenta de que era una equivocación del
científico E. Von Wolf (1870), que multiplicó por 10 la cantidad de hierro al
errar en la colocación de una coma.
Equivocado o no,
como mi hijo cuando viene a comer solo quiere risotto, se lo voy a hacer con
espinacas para castigarlo por ser monotemático en la comida y de paso poder
poner una receta nueva y colorida en el blog.
Necesitaré
mantequilla, cebolla, arroz tipo carnaroli, vino blanco, caldo de verdura,
Parmigiano rallado, leche y, por supuesto, espinacas. Haré una innovación en la
receta, como me ha sobrado mascarpone del otro día, se lo añadiré para ver como
queda.
En un bol les añado una
cucharada de leche y un par de cucharadas de mascarpone. Lo trituro y lo
reservo.
Como siempre pocho
la cebolla, esta vez con mantequilla, añado el arroz, lo tuesto un poco, luego
el vino dejando que se evapore.
Por último el caldo, como siempre, añadiendo y removiendo.
Cuando le falten unos 5 minutos al arroz, le añado la mezcla triturada de espinacas y continúo con la cocción removiendo y añadiendo más caldo, si hace falta, hasta finalizar el tiempo requerido.
Por último el caldo, como siempre, añadiendo y removiendo.
Cuando le falten unos 5 minutos al arroz, le añado la mezcla triturada de espinacas y continúo con la cocción removiendo y añadiendo más caldo, si hace falta, hasta finalizar el tiempo requerido.
Lo apago, lo dejo
reposar un minuto o dos, le pongo el queso y la mantequilla, remuevo y lo pongo
en la fuente.
Lo podría decorar por encima con un puñado de piñones tostados, pero no me quedan, los
usé todos para la salsa pesto.
¡No me lo puedo
creer, ha dicho que estaba buenísimo, se ha comido dos platos y eso que el
arroz era verde!
¿Se estará empezando a educar "alimentariamente"?
¿Se estará empezando a educar "alimentariamente"?
jueves, 4 de julio de 2013
DONDE LAS DAN, LAS TOMAN
Hace días le enseñé a mi
sobrinito la imagen en grande de los bocatas con forma de animales para que le
dijera a su madre que se los hiciera.
Rápidamente su madre me
llamó y me dijo que muchas gracias por jorobarla, y que ya me lo haría pagar.
Pues ya llegó el día de
pago y lo ha hecho.
Ayer mi hermano me dio
una bolsita de parte de mi cuñada, especialmente para mi, con una receta y un
ingrediente base para un dulce: BIZCOCHO DE LAS CARMELITAS DESCALZAS DE
SEVILLA.
Me
niego rotundamente a reescribirla y todavía menos hacerla.
En cuanto al ingrediente
secreto, la masa madre, está saliéndose del pote y pretende invadir mi nevera, arrrgggg…
Es un engrudo informe
con burbujas que parece alienígena y se lo voy a dar, dividida en
tres partes junto con la receta, a mis tres peores enemig@s…jijiji.
¿Y el bizcocho?
Pues se empieza a hacer
hoy y te lo comes dentro de diez días.
¡Qué bueno estará! ¡Por Dios
y por la Virgen María! (nunca mejor dicho).
Bueno, pues como no lo
haga Rita la Cantaora, no pienso “ni de miral-lo”.
Si alguien quiere
hacerlo ruego se ponga en contacto con: cuñadatocawebs@.con.dosnarices.jo
Suerte y al toro…jajaja.
miércoles, 3 de julio de 2013
LEVÁNTAME DEL SOFÁ
Es mi receta
del Tiramisù al Marsala, pero como no me gusta poner como título la receta lo
he traducido…como siempre…a mi manera
Es un postre
de origen incierto, de hecho tres regiones italianas se quieren adjudicar el
invento. Pero la versión oficial coloca el nacimiento del Tiramisù en Siena en
el siglo XVII en honor a Cosimo de Medici Granduque de la Toscana. La leyenda
cuenta también que este postre tenía poder excitante y afrodisíaco, de allí el
nombre: Tiramisù, o sea “levántame.”
Otra versión
se la adjudica la ciudad de Turín que dice haberlo inventado en honor a Camillo
Benso Conde de Cavour para sostenerlo en la lucha de la unificación de Italia.
También la
región de Venecia quiere participar y dice que fue inventado en el restaurante
“El Toulà” que estaba situado cerca de una casa cerrada y que se servía adrede
para levantar; esta explicación no la he entendido muy bien, no sé si levanta la
casa de al lado, o los comensales de la mesa para que vayan a levantar la casa.
Mejor me dejo
de historias y me meto en la cocina. Voy a intentar hacer poco, una o dos
raciones, pues me parece que me lo voy a tener que comer yo solita.
Por lo tanto
utilizaré la sexta parte de la receta.
Savoiardi o
bizcochos o melindros los que necesite
6 huevos para
seis personas, yo 1 huevo
120gr para
seis, yo 20 gramos de azúcar
500gr para
seis, yo 75gr de mascarpone
cacao puro en polvo
café espresso
Marsala seco
o Oporto (opcional)
Lo primero
preparo un buen café, le añado un chorro de Marsala y lo dejo enfriar. En él mojo los
bizcochos por ambos lados, vuelta y vuelta rápida sin
dejar que se reblandezcan y coloco una capa en el fondo de la copa.
Ahora
preparo la crema. Pongo la yema del huevo en un bol con el azúcar y lo bato
hasta que quede espumoso.
La añado el
Mascarpone y una cucharada de Marsala, y vuelvo a batir.
En otro
recipiente monto la clara hasta que esté durísima, para comprobarlo solo tengo
que darle la vuelta al bol y, si no se cae es que está perfecta. Si se cae o la coges del suelo o hay que volver a hacerla.
Mezclo las
dos cosas con una cuchara muy delicadamente, de abajo a arriba, para que no se
desmonte hasta que consigo una crema suave.
Es el
momento de montar el dulce.
Encima de
los bizcochos pongo una capa de crema y una espolvoreada de cacao puro y, si
quiero y me quedan ingredientes, puedo hacer una segunda capa.
Me han
salido dos copas de dos capas. Bien. Así tengo para dos veces.
Lo pongo a
la nevera y al cabo de unas horitas estará perfecto.
En efecto,
tal y como lo he titulado va de rechupete. Como sé que lo tengo en la nevera,
la sola idea de poder comérmelo me “levanta del sofá” para ir a buscar uno y
saborearlo viendo la serie de turno.
P.D.: si
gusta más dulce, se puede azucarar el café y usar moscatel, y los bizcochos Artiach para sustituir los Savoiardi.
2º P.D.: la receta original no lleva vino de ninguna clase…jijiji…¡qué mala soy! Pero que bueno está.
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