jueves, 26 de septiembre de 2013

TROCITO DE ADÁN


De todos es sabido que a Adán le sacaron una costilla para hacer a Eva.

Como no viene al caso usar las de Adán, usaré las de cerdo que en algunos casos viene a ser lo mismo.

Se suele usar el costillar entero, pero yo voy a preparar una ración, pues como siempre, estoy sola.

Con un trozo de costillas de cerdo, cerveza, soja, miel y hierbas ya tengo todo listo para empezar.

Salpimiento y la embadurno de hierbas por ambos lados, en este caso romero, laurel y tomillo.



La coloco en la fuente de horno y le rocío un poco de cerveza y un chorrito de soja.
La tapo con papel de aluminio y la dejo unas dos horas en el horno a 150°.

Con unas cucharadas de miel espesa, y un poquito de soja hago una salsa consistente y la reservo.


Cuando ha transcurrido el tiempo de cocción, reparto la mezcla por encima del costillar y lo pongo a gratinar.

Veo que está suficientemente dorado y a lo mejor hasta crujiente, lo saco y lo emplato. Ya tengo cena.

Me he pasado con la cerveza porque había poca carne y la salsa me ha quedado un poco líquida pero buenísima.

La próxima vez pondré menos cerveza o más costilla.

martes, 24 de septiembre de 2013

MEJOR ACOMPAÑADA


Ayer por la noche a la hora de cenar abrí la nevera para hacerme un steak tartar con una preciosa carne picada super limpia que había comprado por la mañana.
El problema era que no sabía con qué la podía acompañar.

Me acordé que a la carne cruda le quedan estupendamente las patatas fritas, pero las quería diferentes.









Total, cogí una patata que para mí ya era suficiente, la corté a cuadraditos y la sofreí a fuego lento con aceite y mantequilla y romero.

Escurridas, al plato y un poco de sal gorda por encima. 

Quedaron estupendas, tiernas por dentro y crujientes por fuera. 

Con el suave aroma del romero que le daba un aire campestre. 

Toda una cena en buena compañía.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

CHOCOLATE SALADO


No me gustan los dulces, dulces. Eso ya lo habéis notado.
Pues ayer, como hizo frío, me hice un chocolate salado y me lo comí con polenta.
He de puntualizar que la polenta es un plato típico montañés del norte de Italia y que es un espeso puré de maíz que se come con leche, mantequilla, queso o guisos salseados.
En casa, cuando mi madre hace polenta, siempre le pregunto si ha hecho el chocolate. Pero ni es chocolate ni tiene nada que ver, lo único que lo recuerda es el color.

Pues bueno necesitaré unas morcillas negras de cebolla, mantequilla, cebolla, leche y, por supuesto la polenta.
He pesado los ingredientes y he utilizado unos 120gr de morcillas peladas, 80gr de cebolla, 60gr de mantequilla y unas cinco o seis cucharadas de leche para la salsa.

En un cazo (mi madre usa uno de barro pero no tengo) pongo la mantequilla y trasparento la cebolla. Cuando está cocida le añado las morcillas desmenuzadas y la leche.
Remuevo, salpimiento y dejo cocer unos minutos. Cuando no está tan caliente, lo trituro y lo dejo hecho salsa.
Lo pongo en bol y lo reservo.

Ahora voy a por la polenta. He utilizado la precocida porque no pienso ni por un momento pasarme una hora y media removiéndola en los fogones como hace mi santa madre.
Sigo las instrucciones del paquete y cuando está, la pongo en un bol envuelta en una servilleta y me la llevo a la mesa.

Polenta calentita y por encima salsa de chocolate o "sanguinaccio" como lo llaman en Piemonte.



P.D.: está buenísimo también encima de unos huevos fritos, un puré de patatas o simplemente untando pan.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

SOLIDARIDAD

Hoy es la fiesta oficial de Catalunya, o sea la Diada.

Como vivo en Barcelona me he querido solidarizar y he comprado un pan con la bandera catalana.

Rayas amarillas con queso y rayas rojas con sobreasada.

A lo mejor un día lo hago yo.

¡Bon profit!

lunes, 9 de septiembre de 2013

SINFONÍA DE LA HUERTA


Ayer fui a casa de mi madre y me traje un cestito de verduras. 

Esta mañana, después de pasear a Bebé (el perro que mi hijo me ha prestado, ver las historias en el blog de los gatos) se me ha ocurrido hacer una “Samfaina”.

Siempre he pensado que la palabra “Samfaina” provenía de juntar “sin” y “faena”, pues no. Según he visto en Internet significa sinfonía, no sé yo si creérmelo pues es muy sencilla de hacer y da poco trabajo.

Usaré la cebolla, el calabacín, la berenjena, los tomates y el pimiento verde, que tendría que ser rojo, pero que no tengo.

Me olvidé de coger los ajos, que también los ha plantado, y solo me queda esta birria de diente, pero lo usaré de todas formas.

Lavo y corto todos los ingredientes a cuadraditos pequeños menos el ajo por si lo quiero quitar más tarde. Pongo un poco de aceite y el ajo, añado la cebolla y el pimiento, lo sofrío un poco y agrego el calabacín y la berenjena.

Cuando está todo sofritito le pongo el tomate y lo dejo cocer tapado hasta que esté todo cocido, calculo una media hora como mucho. He buscado el ajo para quitarlo, pero no lo encuentro, debe de haberse deshecho, espero que no se me repita.


La emplato y le hago la foto. 


La guardo en la nevera porque son las diez y media de la mañana y, la verdad es que no me apetece en absoluto desayunar Samfaina aunque me haya levantado a las siete. 

Prefiero un café y un croissant.

viernes, 6 de septiembre de 2013

VUELTA A LA RUTINA


¡Jolines! Ya ha vuelto “er niño”… y la rutina de su comida.
No sé por qué me molesto en le preguntarle qué quiere comer si siempre dice: “Risotto y carne”.

Bueno, como hace días que no lo veo, le haré un exquisito risotto con setas.
Necesitaré todo lo del risotto básico más una cajita de ceps que tenía en el congelador.

Antes de empezar con el arroz, sofrío un diente de ajo entero para darle sabor al aceite. Quito el ajo y echo las setas, cuando están un poco doradas les pongo un poco de perejil, las saco del fuego y las reservo.











Ahora a por el arroz. Como siempre trasparentamos la cebolla con un poco de aceite, le añadimos el arroz, lo salteamos un poco y le echamos un chorro de vino blanco. Cuando ha evaporado le añadimos el caldo, poco a poco a medida que se va consumiendo.

Cuando le falten unos cinco minutos le añadimos las setas guardando unas poquitas para ponerlas luego por encima del plato.
Dejamos acabar el tiempo de cocción, apagamos y añadimos la mantequilla y el queso rallado.



Removemos, emplatamos, le colocamos los trocitos de ceps por encima y llamamos, en mi caso, al “invitado” a la mesa.


Me acaba de decir que está muy bueno pero que él prefiere el básico.
¿Pues sabes qué?
A partir de ahora o te lo haces tú o te lo vas a comer a casa de la vecina.
¡Vaya con el exigente!

martes, 3 de septiembre de 2013

LA SUPER BOWL


Como la receta de hoy parece una pelota de fútbol americano me ha hecho gracia llamarla super-bowl.
No es más que una pelota de carne hecha con lo que tenía en la nevera.

Me había sobrado un poco de tajo redondo y, como es una carne muy limpia pero un poco seca, he sacado una salchicha del congelador (era con setas), unos ceps congelados y lo he triturado todo añadiendo unas hojas de perejil y ¼ de cebolla.


 



















Es más fácil si compras la carne picada, y usas el 1-2-3 para picar las setas, el perejil y la cebolla, pero al tener la carne entera he aprovechado la picadora.

Pongo una rodajita de pan con leche en remojo, la escurro, y lo añado a la carne, luego un huevo, ¡córcholis es de dos yemas!, y salpimiento.


Lo mezclo bien y lo dejo un ratito en la nevera.

En la tabla preparo las lonchas de beicon, hoy es curado pero otros días es ahumado y a veces es jamón dulce. 

Ya lo digo siempre, es lo que pillas en la nevera.

Le pongo la pelota de carne en el centro, la envuelvo y la ato como puedo para que no se suelte y se salga el relleno.



En una cazuela (olla, sartén honda o similar) pongo aceite y una hojita de laurel, sofrío por todas partes la pelota girándola con dos espátulas para que no se rompa.
Cuando está dorada le añado un trocito de mantequilla y cuando está disuelta, le pongo el vino, el caldo y unos trocitos de setas.

Lo dejo cocinar a fuego suave más o menos una hora dándole vueltas de vez en cuando y si se queda sin salsa le añado un poco más de caldo o vino.

Hoy vendrá a comer una amiga mía. Pues ya tengo el menú. Hay ensalada variada y pelota. 
Espero que la pelota esté buena, si no, siempre podremos darle una patada y marcar un tanto.


lunes, 2 de septiembre de 2013

DESDE ITALIA CON AMOR


Cada verano, la hermana de mi madre, mi tía, viene de Milán a veranear a España.
Siempre la espero para que me haga su fantástica tarta de melocotones. A veces no dejo ni siquiera que se enfríe. Tibia está deliciosa.
La suelo preparar para mis hijos, pero no me sale como a ella a pesar de que la hago exactamente igual.
Cuando le pregunto el porqué me contesta: ”Te falta el ingrediente principal, el amor”
Es mentira, lo juro. Amor, lo que es amor le pongo mucho, pero también mucha prisa. 
Será eso le digo. Y me contesta: ”Será”.

La receta es muy parecida a la de la tarta desordenada, pero cambia la fruta, ahora son melocotones pues en esta época están en su punto.
Hoy voy a hacer media receta pues sólo tengo dos melocotones, pero la completa lleva: 1Kg de melocotones ya pelados y troceados, 3 huevos, 5 cucharadas de azúcar, 5 cucharadas de harina, 100gr de mantequilla y un sobre de levadura.

¡Aaaaa trabajar!!!



Pelo y corto los melocotones, enmantequillo y emparrallo el molde de 22cm, derrito la mantequilla.
Bato las claras a punto de nieve, bato las yemas con el azúcar.
Añado la harina y la levadura a las yemas e incorporo la mantequilla derretida.
Agrego las claras y bato. Cuando obtengo una mezcla homogénea la vuelco en el molde.
Por encima distribuyo como puedo los melocotones.
Espolvoreo de azúcar y pongo unos trocitos de mantequilla.
La introduzco en el horno a 180° y la dejo más o menos 50 minutos.

La dejo enfriar casi del todo y desmoldo.
 Ya me he comido un trozo porque templadita está mucho mejor. ¿Habéis visto? Esta vez me he acordado de hacer la foto de la tarta entera.
He de reconocer que con la mitad de fruta e ingredientes ha quedado muy bajita, la receta completa es mucho más alta, bonita y jugosa.