sábado, 9 de noviembre de 2013

LÁGRIMAS AGRIDULCES


Voy a llorar un rato.

Esta noche vienen a cenar mi hijo y su mujer porque me van a volver a “prestar” los gatos un mes o dos.

He comprado unas cebollitas pequeñas y he decidido hacerlas en agridulce para acompañar unas hamburguesas.

Bien, bien, no estoy segura si lloro por la cebolla o porque me han enchufado los gatos.

Son muy fáciles de hacer aunque tardan un poco y te hacen llorar, las cebollas, no los gatos.

Necesitaré las cebollitas, aceite, mantequilla, azúcar, vinagre, laurel, vino blanco, sal y pimienta.

Llorando, pelo y lavo las cebollas y, en una sartén antiadherente con una hoja de laurel, las sofrío con aceite y mantequilla.

Cuando están un poco doradas les añado una cucharada de azúcar y dos de vinagre. Las remuevo y añado medio vaso de vino blanco. Las voy girando y dejando cocer a fuego lento tapadas. 

Si veo que se van quedando sin salsa, les añado un poco de agua.

Las voy tocando para ver si ya están todas tiernas. Estas han tardado bastante, aproximadamente una hora o más  porque eran un poco grandes.


Pruebo la salsa, corrijo de sal, les espolvoreo un poco de pimienta y, cuando están tiernas las destapo y dejo que la salsa se espese.

Están de muerte, ha valido la pena llorar.


No hay comentarios: