Si esperabais un plato
de pasta fría os voy a decepcionar. Aunque sé que gustan a muchas personas, soy
anti-ensaladas de pasta.
Para mi, ha de ser
caliente, así los sabores resaltan y se acentúan descubriendo todo el placer de
un buen plato de pasta.

Con unos tomates muy
dulces y maduros, en este caso he usado los llamados corazón de buey, unas
hojas de albahaca, aceite, sal y pimienta haré una salsa muy fresquita.
Pelo los tomates, les
quito las pepitas, los corto a trocitos muy pequeños y los pongo a escurrir.
También se pueden rallar si tienes prisa.
Dejo el bol al lado de
los fogones y tiro la pasta.
La mezclo con la salsa y la sirvo enseguida.
Tenéis que probarla, es
deliciosa.
Os lo dice una italiana y,
como hace mi madre, hay que avisar a grito pelado para que no se enfríe: “La pasta è in tavola”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario