Se me acabaron las
vacaciones, me han devuelto el ordenador arreglado.
La verdad es que no me
ha costado mucho acostumbrarme al “dolce far niente”, y ahora es un palo volver
a ponerme en los fogones como prometí.
Por lo tanto empezaré
con algo muy sencillo pero muy útil en verano, y que me apetece un montón.
Ya os había comentado
que no me gusta limpiar y que por eso intento ensuciar una vez sola. Que no me
preparo la fruta porque es muy pesado pelar y cortar para luego comértela en un
santiamén.
Pues bien ya tengo una
solución fresquita para el postre de dos o tres días.
He comprado media
sandía, la he pelado, la he cortado a trocitos, le he quitado las pepitas, la
he puesto en un Tupper y a la nevera.
Ahora solo voy a la
nevera a por la fruta, sin tener que prepararla cada vez y… sin pepitas.
Prometo que las próximas
entradas serán recetas de verdad, pero es que todavía estoy en rodaje.
Ya se sabe tengo el síndrome post-vacacional…jajaja.
Ya se sabe tengo el síndrome post-vacacional…jajaja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario