sábado, 17 de agosto de 2013

¡VIVA EL VINO Y… LAS GALLINAS!


Ayer me llevé unos huevos de casa de mi madre y he pensado en hacerme un postre alegre y animoso, el zabaione o zabaglione.
Fácil, rápido, resultón y delicioso.

Necesito huevos, azúcar, vino Marsala seco (o Oporto seco) y vino blanco seco. Se puede hacer todo con Marsala, pero es más fuerte de gusto. 

Las cantidades son: una yema de huevo, una cucharada de azúcar y dos de vino por persona.

Se bate la yema con el azúcar hasta obtener una mezcla clarita espumosa y homogénea.
Se le añaden las cucharadas de vino y se mezcla suavemente.


Se pone al baño María y con el agua que hierva suavemente, se bate hasta que se nota que coge consistencia. Se vuelca en las copas y se lleva a la mesa tibio.
También se puede comer frío, pero templado es un postre realmente especial.


1 comentario:

Moi dijo...

¡Lo buenos que son los huevos recién recogidos del gallinero! Este verano he podido deleitarme algunas mañanas. ¡Que ricos, Diosss!!!!!