En vista de que las transparencias
están de moda, voy a hacer un plato transparente e impactante, a ver si así se acaba.


En una fuente lo suficientemente honda para que quepan los rollitos de pie, pero con suficiente margen para poder cubrirlos, pongo una capa de un centímetro de gelatina y la dejo enfriar en la nevera.
Ahora relleno las
lonchas de jamón dulce como si fueran canelones obteniendo unos rollos que
cortaré más pequeños y a los cuales les voy a poner una rodaja de pepinillo en
cada lado, así evito que se salga la ensaladilla.
Cuando está
suficientemente dura le dispongo encima los rollitos y les añado gelatina hasta
media altura para que se solidifique y no floten. Lo vuelvo a introducir en la
nevera y, a la media hora más o menos, los relleno hasta cubrirlos con un dedo
de grosor de gelatina.
Los vuelvo a poner a la
nevera y, en dos horas ya están listos.
Se pueden servir en la
misma bandeja, pero me las he ingeniado para desmoldarlos. Lo ideal hubiese
sido un molde de silicona, pero a falta de pan buenas son tortas. He colocado la fuente boca abajo y le he
enchufado el secador de pelo para derretir un poco la gelatina que está en contacto con el cristal.
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