jueves, 17 de julio de 2014

VA A SER QUE NO


Va a ser que no vuelvo a trabajar ocho horas seguidas para 16 míseros croissants, por muy buenos que estén. Tengo que aclarar que mis padres los desayunan cada día, pero tienen el inconveniente de vivir en el campo.
¿Quién tiene ganas, recién levantada de buscar una pastelería para llevarles el croissant fresco del día? Yo no.
Y como que soy más chula que un ocho, me he recorrido la comarca en busca de una solución. ¡Y la he encontrado! ¿Dónde? Pues en Carrefour donde venden unas bolsas de croissants de mantequilla congelados que están, con un pequeño arreglo, de rechupete.


Muy sencillo, solo necesito la bolsa de congelados, un huevo y azúcar




Caliento el horno a 160°. Mientras bato un huevo con una cucharada y media de azúcar.

Saco los croissants del congelador, los pongo encima del papel de horno en la bandeja. 

Los pinto abundantemente con el huevo azucarado y los introduzco en el horno unos 35 o 40 minutos.

Y así de hermosos salen. Más bonitos que los míos. Ni esperar a que leven, ni darles vueltas, ni nada de nada. Solo unas pinceladas estilo Van Gogh.

Ya ves Cris que te he facilitado el trabajo.

P.D.: he encontrado croissants congelados en otros sitios, pero los mejores son los de Carrefour porque no son aceitosos ni saben a manteca de cerdo.

¿Será por lo de "les croissants sont français", y Carrefour también?

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