domingo, 15 de diciembre de 2013

TROPEZANDO EN EL MAIZAL


He vuelto a hacer la sopa de verduras o sopa juliana, pero ha llegado el momento de hacerla especial.
Ya sabéis que todo lo que luego puedo utilizar para cocinar lo congelo y justamente hoy me he tropezado en el congelador con la polenta sobrante que me dio mi madre.

Con la sopa, aceite de oliva y polenta (harina de maíz hervida) voy a cambiar el menú de hoy.

Cojo del congelador unos trozos de polenta y los dejo descongelar un momento.
Los corto a cuadraditos, los pongo encima de papel de horno y los pincelo con un poco de aceite.
Los dejo secar y gratinar a 200°, son más buenos fritos pero no tengo freidora.
Cuando están listos caliento la sopa y la trituro añadiendo un poco de aceite consiguiendo así una crema suave y aterciopelada.
La pongo en el plato, le hago una espiral de aceite puro de oliva y le echo los trocitos de polenta crujientes.

Y ya tengo un plato para escribir en la carta de un restaurante de diseño: 
“Delicia de verduras con tropiezos de maíz”


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