
Les quito el corazón con un cuchillo porque no
encuentro el vaciador de manzanas, seguramente lo habré tirado por inútil. En
un bol para horno un poco alto pongo las manzanas con una cucharadita de
azúcar, un chorrito de vino blanco y una nuez de mantequilla en el centro.
Las espolvoreo con un poquito más de azúcar por
encima y las introduzco en el horno a 180 grados por aproximadamente una hora.
Le quería poner unas tiritas finas de piel de
naranja pero como me hice el zumo del desayuno, ya no me quedan, será para la
próxima vez.
Las voy controlando y cuando veo que se cuartean y
están doraditas, creo que ya están. Algunos tipos de manzana son más duras de
hacer, entonces pongo el horno a menos temperatura y más rato.
Ya está, manzanas recuperadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario