jueves, 10 de octubre de 2013

¿CÓMO LAS HAGO? ¿CÓMO?

He cogido de la huerta unas pocas berenjenas, además de pimientos verdes y tomates de colgar. Como de pimientos solo hay dos los haré a la plancha con sal gorda, pero las berenjenas no tengo ni pajolera idea de cómo cocinarlas.

¡Vaya dilema!  Ni Hamlet lo podría solucionar. Se me acaba de encender una bombilla. ¡Ya está! Las haré a la “Parmigiana”.

A ver si tengo de todo.

Berenjenas si, por supuesto. Cebollas, ajos y tomates, también. De queso Parmigiano hay un buen trozo. Veo un sobre con una mozzarella. Hojas de albahaca siempre tengo aunque sean congeladas. Y si no tuviese aceite, sal y pimienta, me tendría que dedicar a buscar gamusinos en vez de cocinar.

Corto a rodajas de las berenjenas, las hago a la plancha y las reservo. También se pueden freír, pero así es más ligero.

Pico la cebolla y la pongo a sofreír en una sartén con el diente de ajo entero y un poco de aceite.

Agrego el tomate triturado y lo dejo cocer y espesar media horita. Lo apago y cuando está más frío le añado unas hojas de albahaca picada y le quito el ajo.

Ahora, en una fuente para horno aceitada, pongo un poco de salsa, una capa de berenjenas, una capa de salsa de tomate, una espolvoreada de Parmigiano rallado y una loncha de mozzarella.

Así sucesivamente las capas que desees hasta acabar, pero la última sin mozzarella, solo tomate y parmigiano.

No me han salido más que dos capas, pero claro con esas mini-berenjenas no podía esperar mucho.

Al horno bien caliente y cuando está doradito por encima…a la mesa.

Mucho ojo al comerlas, tardan un montón en enfriarse. Pero huelen tan bien que nunca espero y siempre me quemo.

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