jueves, 17 de octubre de 2013

UNA DE POLÍTICA


Hoy voy a hacer un plato político: unas manitas de ministro. Verdaderamente tal y como funcionan hoy en día los gobiernos mundiales, mejor los llamo sin lugar a dudas pies de cerdo. Ya que son unos impresentables y hacen las cosas con los pies.

Los pongo en una olla de agua con una zanahoria, una ramita de apio, una cebolla con un par de clavos pinchados, una hoja de laurel, un tomatito de colgar, sal y pimienta.





Bueno todas las verduras que se me antojen. Los dejo hervir a fuego lento entre dos y tres horas.

Los dejo en el caldo caliente para que no se sequen. Mientras preparo una picada de ajo, perejil, pan seco, aceite y sal.

Todavía calientes, los escurro, los pongo en una fuente de horno, les espolvoreo la mezcla de pan rallado por encima, los mojo con unas cucharadas del caldo y los introduzco en horno a gratinar.


Ya están listos, tiernos y crujientes. Más fácil imposible.
Si no los hago el mismo día, los guardo en la nevera cubiertos con su caldo colado, y al día siguiente los caliento antes de ponerlos en la fuente.
Adiós, me los voy a comer ahora mismo, antes de que se enfríen. Ñam, ñam...

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hoy he descubierto tu blog.

Recetas caseras, sencillas con un sutil perfume transalpino.

Gracias por este homenaje a la cocina de la nonna.

Tuli dijo...

Bienvenido José, y gracias a ti, por tu bonito comentario a este blog tan casero y sencillo.