domingo, 30 de junio de 2013

EL BAÚL DE LOS RECUERDOS


Ayer en la pescadería, mientras compraba una lubina para hacer en papillotte, vi unos mejillones de roca que estaban casi limpios.

La memoria se me fue a mi infancia, cuando veraneábamos en el Roc de San Cayetano y los cogíamos de las rocas.

Nos habían enseñado a tocarlos con la mano y cuando notábamos uno grande, sacarlo con cuidado para no desmontar la colonia.

Esto ha pasado a la historia, la invasión de los “domingueros” que lo arrancaban todo nos cortó el suministro.


Bueno, a lo que iba, se los llevábamos a mi madre que, con una paciencia de santo, los limpiaba hasta con la nanas y los hacía de una forma muy sencilla y sabrosa. En una sartén con un chorrito de aceite, una ramita de romero y un chorro de jerez cocinaba los mejillones a fuego alegre hasta que se abrían.

Me hice unos poquitos como aperitivo, estaban deliciosos pero les faltaba el sabor de la emoción infantil de haber sido la heroína que los había recogido.

No hay comentarios: