Hace días que Sonia me
pide la receta del vitel toné y yo iba disimulando porque, como a mi hijo no le
gusta mucho, tenía que comérmelo yo todo.
Pero al fin se me ha
ocurrido hacer muy poquito y de dos maneras distintas ya que es un plato que, al ser frío, se puede guardar y en verano va estupendamente.
Necesitaré, la carne y las verduras, las especias y el vino para el rustido. Le he pinchado un clavo a la cebolla, pero le da un sabor especial, si no te gusta no hace falta.
Y alcaparras, atún, anchoas, huevo duro y mayonesa para las salsas.
Una es la
clásica y la de la mayonesa te sirve para cualquier trozo de carne rustida o roast beef
que te haya sobrado de otro día.
Ato el trocito de tajo
redondo, lo salpimiento y lo rusto con un poco de aceite. Luego le pongo las
verduras y las hierbas y le añado el vino. Cuando ha evaporado le pongo agua y
lo dejo cocer. Personalmente me gusta que la carne quede rosa por dentro estilo
roast-beef, pero hoy lo he cocinado más rato, tipo rustido.
En el triturador pongo los ingredientes y los trituro.
La mitad la mezclo con
la mayonesa de la sobrina, y a la otra mitad le añado salsa del rustido hasta
que quede cremosa.
Las probé las dos, algo
les faltaba, no me había salido como siempre. Bueno pensé, las volveré a hacer
otro día.
Menos mal que puedo
arreglarlo, le añado el atún escurrido a las dos y lo
trituro.
¡Ahora sí que están como
debe ser!!!
Las pongo encima de la carne cortada muy fina (si puede ser a máquina mejor) y lo decoro con alcaparras.
Lo tapo con film transparente y lo meto en la nevera ya que frío está mucho más bueno.
Perdón seguidor@s de
recetas, pero un lapsus lo tiene cualquiera.
Jajaja…jajaja…jajaja
4 comentarios:
Tuli, los fallos se esconden o disimulan.
Tu encima los dejas por escrito. Ja,ja,ja,ja
¡Envidio tu buen humor!
Ah, lo de las palabrejas para demostrar que no soy un robot me ha gustado. A veces pienso que lo soy. ¡Ha sido muy humanizante!
Ja,ja,ja Te olvidas el atún y encima lo explicas. ¡Muy bueno lo tuyo!
Tranquila, no hace mucho me puse a hacer una tortilla de patatas para cenar y una vez fritas las patatas con su correspondiente y troceada finamente cebollita... ¡no tenía ni un puñetero huevo en casa! Nada, le freí un par de salchichas y a correr. La tortilla quedó para otro día, mi cara de alucinada no. Estaba convencida de que había comprado una docena de huevos pero solo lo había pensado.
Moi, lo de olvidarse de comprarlo es normal, pero lo de tenero ahí, que te está llamando y olvidarte de ponerlo, eso es más grave.
Todavía no me toca lo de la demencia senil, pero la idiotez normal, esa sí que está a la orden del día.
Jajaja
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