Os preguntareis porqué
he vuelto a editar la misma entrada y he borrado la anterior.
Hace días que un
pesado y estúpido spam se cuela en el blog y escribe un montón de comentarios
en inglés en esta entrada.
Después de borrarlo
durante 15 días, esconder la noticia e inventarme mil maneras para que no
entre, he decidido borrarla y volverla a editar.
A ver que pasa.
También reescribiré el
comentario de Moi.
Esto es lo que escribí:
O sea, a cada pasta su
condimento.

En general cuanto más
gorda es la pasta, más sabrosa y elaborada tiene que ser la salsa.
Por ejemplo, para los
spaghetti finos (Fedelini, Spaghettini) se recomiendan salsas delicadas. Un
poco de mantequilla y hojitas de albahaca, o un tomate dulce rallado en crudo
con un chorrito de aceite.
En cambio los
spaghetti gordos (Spaghetti, Vermicelli, Bucatini, Linguine) prefieren salsas
importantes, de pescados o mariscos, fuertes de gusto o picantes como por
ejemplo pesto, vongole o arrabbiata.
La pasta corta como
las mariposas o los tirabuzones combinan muy bien con salsas cremosas o de
verduras, mientras que macarrones, rigatoni y plumas rayadas son ideales para
salsas sustanciosas a base de carne.
De todas formas no son
reglas estrictas, de hecho yo uso siempre los mismos formatos: los que les
gustan a mis hijos.
Así que, elegid vosotros los vuestros.
2 comentarios:
Moi dijo...
No sabía yo esto, así que la salsa es distinta para las diferentes clases de pasta... Jo, que burra soy, yo utilizo boloñesa, carbonara o la que sea con cualquier tipo de pasta ya sea grande, pequeña, fina o gorda. Ufff, que desastre soy y encima lo reconozco......
26 de abril de 2013 18:03
Tuli dijo...
No te preocupes, todas son buenas. De hecho yo sólo uso las tres que hay en la foto, son las preferidas de mis "retoños".
27 de abril de 2013 14:48
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